Una vez que se confirma el diagnóstico de hipertensión arterial pulmonar, el equipo médico estudiará su caso y le informará de los diferentes procedimientos que existen para tratar la enfermedad.
Aunque la hipertensión arterial pulmonar sigue sin tener cura, hay una serie de tratamientos que han demostrado reducir la mortalidad y también mejorar la calidad de vida de las personas.
En esta última década, los métodos para tratar a las personas con hipertensión arterial pulmonar han avanzado y no se limitan tan solo a prescribir fármacos, sino que también se incluye la evaluación inicial de la gravedad de la enfermedad y la respuesta a los fármacos.
El tratamiento será individualizado para cada persona, según el tipo de hipertensión arterial pulmonar que tenga y de su gravedad. Además, se tendrán en cuenta aspectos como la edad, su estado general de salud y su historia médica.
Existen algunas recomendaciones que las personas con hipertensión arterial pulmonar pueden tener en cuenta para tratar de mejorar su calidad de vida:
Para disminuir la cantidad de líquidos en el cuerpo, ayudar a mejorar el funcionamiento del corazón y mejorar los síntomas.
Administración de oxígeno en cantidades superiores a las que se encuentran en el aire o ambiente. Suele utilizarse durante la noche al dormir o al realizar algún tipo de actividad que requiera esfuerzo físico. No obstante, no la utilizan todas las personas.
Para regular los bajos niveles de hierro en sangre.
En caso de que la persona desee tener hijos, se recomienda que lo comente con su médico especialista.
Puede ser muy conveniente para algunas personas recibir apoyo emocional.
Una vez se confirma el diagnóstico de hipertensión arterial pulmonar, existen diversos fármacos que se suelen recetar. Si la persona no responde ante el uso de un solo medicamento, puede probarse la terapia combinada (uso de dos o más fármacos), siempre prescrita por su médico. Esto actualmente se recomienda para la mayoría.
Actualmente existen tres vías de acción farmacológica para intentar reducir la presión pulmonar:
Por otro lado, solo un pequeño número de personas se beneficia del uso de unos medicamentos conocidos como bloqueadores de los canales del calcio , que ayudan a dilatar las venas y las arterias pulmonares, aumentando el riego sanguíneo. Se usan en personas con hipertensión arterial pulmonar idiopática, hereditaria o inducida por fármacos, y solo tras haberles hecho un test de vasorreactividad pulmonar y ver que han respondido bien al mismo. 5
Además de los tratamientos de la enfermedad mediante fármacos, hay alternativas quirúrgicas en la hipertensión arterial pulmonar:
Este procedimiento consiste en la realización de una perforación en la zona del septo interauricular, que es el tabique que separa las aurículas del corazón. Solo suele usarse como puente al trasplante.
Se lleva a cabo cuando la persona no responde al tratamiento farmacológico. Se realiza en casos muy concretos, sobre todo para personas con hipertensión arterial pulmonar en clase funcional III o IV.
Existen algunas pautas recomendadas en lo que respecta a la alimentación en personas con hipertensión arterial pulmonar: 6
Para luchar contra la hipertensión se recomienda la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que se basa en aumentar el consumo de frutas, vegetales, lácteos bajos en grasa, cereales de grano entero, nueces, legumbres y semillas, con bajo consumo de carne, sal, azúcares añadidos y grasas saturadas. La dieta DASH comparte características con la dieta mediterránea y ha dado resultados favorables en el control de la presión arterial. 6
Los ensayos clínicos también son relevantes para las personas con hipertensión arterial pulmonar, ya que debido a ellos se han ido desarrollando nuevos fármacos para tratar esta enfermedad rara.