Hipertensión arterial pulmonar > ¿Trasplante en pacientes con hipertensión arterial pulmonar?
Los avances en los diferentes tratamientos para la hipertensión arterial pulmonar grave han hecho que el trasplante pulmonar (o cardiopulmonar) sea una de las últimas opciones de tratamiento. No obstante, sigue siendo una opción terapéutica para aquellos que no responden al tratamiento farmacológico y permanecen en la clase funcional III-IV de la OMS y con enfermedad rápidamente progresiva.
Un trasplante consiste en sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Gracias a los avances médicos, se ha convertido en una técnica médica muy desarrollada que logra muy buenos resultados en los receptores.
En el caso de la hipertensión arterial pulmonar, puede ser necesario realizar el trasplante de un solo pulmón o de ambos. Y, en ocasiones, la persona deberá realizarse un trasplante cardiopulmonar (de corazón y pulmón).
Los datos más recientes muestran que la supervivencia en personas sometidas a trasplante ha aumentado considerablemente a los diez años de su realización.
Enfermos que sufren daños irreparables en alguno de sus órganos y no pueden curarse con otro tipo de tratamiento médico, siendo el trasplante la única solución para mejorar su calidad de vida y supervivencia.
Todo el proceso que implica un trasplante está sufragado por el Sistema Nacional de Salud y de las comunidades autónomas.
En España todos los trasplantes y donaciones se encuentran regulados bajo la Ley de Trasplantes en la que se recoge que:
Si la persona tiene “urgencia 0”, tendrá prioridad absoluta en España. Si no hay “urgencia 0”, los órganos se asignan de acuerdo con los criterios territoriales.
El equipo de trasplante tiene que decidir qué persona lo necesita antes de recibir el órgano, en base a los criterios clínicos (grupo sanguíneo, gravedad, etc.)
También hay que tener en cuenta los criterios territoriales, que permiten que los órganos donados en una determinada ciudad o zona puedan ser trasplantados en esa misma zona. Esto se hace para disminuir el tiempo que puede transcurrir entre la obtención del órgano del donante y el procedimiento quirúrgico para ser implantado en el receptor.