En la mayoría de los casos, los pacientes que padecen leucemia linfocítica crónica pueden convivir durante años con la enfermedad sin manifestar síntomas. 1
Además, los síntomas de la leucemia linfocítica crónica pueden confundirse con otras enfermedades propias del envejecimiento como la hipertensión arterial, la artrosis, la diabetes, la bronquitis o enfermedades del aparato digestivo, por lo que relacionar los síntomas con la leucemia linfocítica crónica puede ser complicado. 1
Cuando aparecen los síntomas, en los inicios de la enfermedad, suelen darse de forma sutil y tienden a ser progresivos. 1
Algunos síntomas y manifestaciones característicos de la leucemia linfocítica crónica son: 1
Se manifiesta con cansancio, sensación de debilidad o de agotamiento general. Este síntoma puede imposibilitar la realización de actividades cotidianas, haciendo que el día a día del paciente sea más difícil.
En la zona de los ganglios linfáticos (cuello, axilas, ingles) por la acumulación de linfocitos B tumorales, que pueden alcanzar tamaños de hasta 10 cm de diámetro. Generalmente, es indolora.
Los pacientes pueden perder peso, aunque esto no tiene por qué deberse a la falta de apetito.
Los pacientes con leucemia linfocítica crónica pueden experimentar fiebre recurrente sin motivo aparente, es decir, sin que exista una infección que la justifique.
También dificultad para moverse y respirar debido al aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia) o del hígado (hepatomegalia).
El paciente puede experimentar este síntoma de manera excesiva, y puede repetirse diariamente.
La proliferación y acumulación de glóbulos blancos anormales (linfocitosis) acaba desplazando al resto de células sanguíneas en la médula ósea y en la sangre y afecta a su producción, lo que: 1