Hipertensión arterial pulmonar > Pruebas de ejercicio en la hipertensión arterial pulmonar
En la hipertensión arterial pulmonar, la valoración cardiopulmonar es necesaria ya que, en el diagnóstico inicial, ayuda a determinar la gravedad de la enfermedad.
Para ello, la persona con hipertensión arterial pulmonar puede realizar diferentes pruebas de ejercicio cuyos resultados determinarán la condición inicial de la enfermedad, la respuesta al tratamiento establecido y también una estimación del pronóstico:1
Es la prueba de ejercicio más utilizada en los centros especializados en hipertensión pulmonar. Se trata de un examen económico y sencillo.
Este examen de ejercicio se realiza para poder monitorizar la respuesta al tratamiento sin necesidad de métodos más invasivos. Debe realizarse en el momento en que se detecta la enfermedad y después de forma regular para un mejor seguimiento.
La prueba se realiza en un pasillo o corredor de unos 30 metros de longitud. La persona caminará durante seis minutos a la máxima velocidad que pueda. Durante la prueba se miden en varias ocasiones la frecuencia cardiaca, la oximetría de pulso, la tensión arterial, la disnea y el cansancio (se miden a los primeros 2 minutos, a los 4 y a los 6). Si la persona que va a realizar la prueba ya utiliza oxígeno suplementario, realizará la prueba con el mismo.
Las medidas de seguridad más importantes son las siguientes:
Las razones por las que se deberá suspender la prueba son:
Es el estudio que mejor define la condición cardiorrespiratoria de la persona con hipertensión arterial pulmonar. Se realiza como prueba de ejercicio máximo y proporciona información de utilidad sobre la capacidad de ejercicio, intercambio de gases, la eficacia de la ventilación y la función cardiaca durante el ejercicio.
La información del diagnóstico y pronóstico de esta prueba es complementaria a la proporcionada por la prueba de marcha de 6 minutos. Determina, sobre todo, si la persona tiene capacidad de esfuerzo máximo (VO2máx) normal o reducido, entre otros parámetros.
Se realiza sobre una cinta de correr o una bicicleta estática durante varios minutos. A medida que avanza la prueba, se va incrementando la carga de forma progresiva. Se realiza una monitorización electrocardiográfica continua y se mide la tensión arterial varias veces. Además, el especialista deberá estar pendiente por si detecta una angina de pecho y dificultades para respirar una vez se ha alcanzado el momento de esfuerzo máximo.