Los tratamientos para la macroglobulinemia de Waldenström sirven para reducir la masa tumoral y disminuir los síntomas, ya que actualmente no existe cura para este tipo de cáncer.
Sin embargo, la macroglobulinemia de Waldeström suele tener una fase inicial asintomática que no ocasiona dolor ni molestias (algo que se conoce como “enfermedad indolente”). Siendo así, es posible que el paciente no necesite tratamiento durante años, lo cual significa que podrá llevar una vida normal mientras se realice controles médicos periódicos.
El tratamiento para la macroglobulinemia de Waldeström solo se indica en los casos de enfermedad sintomática. Esto es, cuando los pacientes presentan algunos de estos síntomas y/o signos:
Existen diferentes opciones de tratamiento para la macroglobulinemia de Waldenström, si bien la alternativa más adecuada dependerá del perfil del paciente. Por ejemplo, como la mayoría de las personas con macroglobulinemia de Waldenström son de edad avanzada, la elección del tratamiento puede verse limitada tanto por sus años como por su estado de salud general u otras enfermedades.
A la hora de decantarse por un tratamiento u otro, será necesario tener en cuenta tanto aspectos del paciente y sus características, como objetivos del tratamiento y posibles efectos secundarios de cada alternativa. Normalmente, las reacciones adversas de cada tratamiento varían de una persona a otra y, en ocasiones, pueden prevenirse o reducirse con la medicación adecuada.
A continuación, se exponen las diferentes posibilidades para tratar la macroglobulinemia de Waldenström en la actualidad:
La plasmaféresis está indicada de forma urgente cuando existe hiperviscosidad sanguínea, para eliminar las células cancerosas que se depositan en la sangre y dificultan su circulación por el organismo.
Es un proceso de depuración de la sangre que se realiza de forma extracorpórea (es decir, fuera del cuerpo).
Es un conjunto de medicamentos capaz de atacar los sistemas de reproducción celular y conseguir que la célula tumoral deje de multiplicarse y muera. A su vez y de forma inevitable, la quimioterapia daña las células normales, como las que forman parte de la médula ósea, de la raíz del pelo o de las mucosas.
Los medicamentos se combinan y administran en dosis muy estudiadas para eliminar las células cancerígenas, tratando de evitar que afecten a otros órganos. Se pueden administrar por vía oral (mediante pastillas), intravenosa o combinando ambas posibilidades.
A medida que los investigadores han ido conociendo y aprendiendo más sobre los cambios que se producen dentro de las células tumorales, se han desarrollado nuevos fármacos que se dirigen de forma específica a estos cambios (pueden actuar bloqueando o inhibiendo el funcionamiento de una parte específica de estas células tumorales). Estos fármacos se conocen como fármacos de terapia dirigida. 5
Los medicamentos dirigidos actúan de forma diferente a la quimioterapia estándar y suelen tener un perfil de toxicidad distinto, 5 ofreciendo, en muchas ocasiones, una mayor calidad de vida para el paciente.
La inmunoquimioterapia ayuda al sistema inmunitario a luchar contra el cáncer. Para ello, utiliza versiones artificiales de sustancias que produce el propio sistema inmunitario para eliminar las células de la macroglobulinemia de Waldenström o retrasar su crecimiento. 6
Se disponen, en el momento actual, de distintas opciones o modalidades de inmunoquimioterapia que incluyen, entre otros: 6
Las células madre son células que se alojan y desarrollan en la médula ósea y tienen dos características fundamentales: 7
Estas células no deben confundirse con las células madre embrionarias, capaces de generar todas las células del organismo. 7
El trasplante hematopoyético consiste en la administración de células madre de la sangre de un donante sano a un paciente. Dependiendo del donante, podemos diferenciar, fundamentalmente, dos tipos de trasplante: 7
Aunque el trasplante de células madre no es el principal tratamiento para la macroglobulinemia de Waldenström, puede ser una opción en pacientes jóvenes para los que las demás opciones terapéuticas no son efectivas. 8
La respuesta al tratamiento se refiere a la capacidad que tiene el tratamiento para reducir el cáncer en el paciente, así como al tiempo durante el que se prolonga esta situación de mejoría.
La valoración de la respuesta al tratamiento de la macroglobulinemia de Waldenström se hace en base a unos criterios específicos de consenso internacional, que plantean seis categorías:
Como la macroglobulinemia de Waldenström no es curable, es probable que algunos pacientes presenten una recaída después de la terapia inicial y necesitarán recibir tratamiento adicional.