La enfermedad de Crohn se clasifica en diferentes grupos o escalas atendiendo a la edad del diagnóstico, a la localización del tramo afectado y a la progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo. Esto permite seleccionar el tratamiento más adecuado y predecir el pronóstico de la enfermedad.
La clasificación de Montreal, establecida en 2005, es el sistema de estratificación que cuenta con el mayor consenso al integrar las características de los sistemas anteriores, Roma (1991) y Viena (1998), pero en esta se considera, además que pueden variar con el tiempo y se establecen diferencias entre las fístulas que se dan en el intestino y en la zona perianal.
El sistema de clasificación de Montreal tiene en cuenta la edad de diagnóstico del paciente (A, de la inicial en inglés), la localización de la inflamación (L) y el comportamiento de la enfermedad (B, de la inicial en inglés).
Según la parte del tubo digestivo que se ve afectada, encontramos los siguientes subtipos de enfermedad de Crohn:
Ileítis (L1): afecta exclusivamente al íleon (y extensión al ciego). Representa entre un 10% y un 30% del total de casos de enfermedad de Crohn y sus síntomas incluyen dolor agudo en la zona ileal muy similar a la apendicitis , diarrea, pérdida de peso y, en casos graves, pueden producirse fístulas y abscesos en el cuadrante inferior derecho del abdomen.
Colónica (L2): la inflamación afecta al colon, sin alterar el intestino delgado. Supone entre un 20% y 30% de los casos de enfermedad de Crohn. Sus síntomas como la diarrea y sangrado en las heces pueden confundirse con los de la colitis ulcerosa.
Íleo-cólica (L3): es la forma más común de enfermedad de Crohn al representar más de un 60% de los casos de la patología. Afecta la porción final del intestino delgado y al intestino grueso. Sus síntomas incluyen dolor en la zona media y baja del abdomen, diarrea, calambres y pérdida acentuada de peso.
Gastrointestinal alta (L4): supone una modalidad rara de la enfermedad de Crohn (menos de un 10% de incidencia) y se localiza en el esófago, estómago, el duodeno y la sección inicial del intestino delgado. Se manifiesta con cualquiera de los síntomas anteriores , además de náuseas, vómitos y pérdida de apetito y de peso.
Según el comportamiento de la enfermedad, podemos encontrar los siguientes subtipos de enfermedad de Crohn:
Inflamatoria (B1): además de inflamación, la enfermedad presenta úlceras en el intestino delgado, generando una asimilación deficiente de nutrientes por parte del organismo. Se manifiesta con síntomas como dolor abdominal, diarrea inflamatoria, anemia y pérdida de peso.
Estenosante (B2): en este subtipo, las cicatrices (llamadas fibrosis) fruto de la inflamación del intestino, producen un estrechamiento de la luz del tubo digestivo. Esto provoca la obstrucción del conducto que impide la correcta circulación de los alimentos, jugos y gases intestinales. La estenosis provoca hinchazón y dolor abdominal en forma de cólicos, vómitos y dificultad para evacuar.
Fistulizante o perforante (B3): esta modalidad se caracteriza por la presencia de úlceras con perforación, fístulas y abscesos en el tubo digestivo. Las aperturas pueden generar el drenaje de fluidos a otros órganos adyacentes, generando infecciones que agravan los síntomas de la enfermedad. La fiebre es uno de los síntomas más característicos de este subtipo.