Las causas de la artritis psoriásica son desconocidas. Sin embargo, se sabe que diversos factores inmunológicos, ambientales y genéticos tienen un notable papel en su desarrollo. Podemos decir, por tanto, que es una enfermedad multifactorial. Además, la combinación de todos estos factores hace que la artritis psoriásica sea inflamatoria, crónica y progresiva.
El propio sistema inmunitario es el que ataca a la piel y a las articulaciones (membrana sinovial), causando dolor, inflamación y lesiones. Se sabe que múltiples células y citoquinas del sistema inmunitario están involucradas en el desarrollo de la enfermedad.
Algunas infecciones por ciertas bacterias, traumatismos, enfermedades endocrinas, etc. se cree que pueden ser capaces de activar la enfermedad. Además, factores relacionados con el entorno como el estrés o la ansiedad pueden hacer que los síntomas empeoren.
Entre un 30-40% de personas con artritis psoriásica tiene algún familiar con psoriasis, lo cual evidencia que la herencia desempeña un papel relevante. Además, se ha demostrado que la presencia del gen HLA-B27 en las personas también puede influir.