El tratamiento del mieloma múltiple está enfocado a mejorar la supervivencia global y la calidad de vida de las personas con mieloma múltiple. El avance en la investigación y los nuevos tratamientos desarrollados en los últimos años ofrecen un pronóstico mucho más esperanzador que años atrás.
Las diferentes opciones de tratamiento buscan también reducir los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Al ser el mieloma múltiple una enfermedad que no tiene cura y que puede presentar recaídas a lo largo de su evolución, es posible que los pacientes tengan que someterse a varias combinaciones de tratamientos a lo largo del tiempo.
El tratamiento será individualizado para cada paciente y, antes de comenzarlo, se deben de tener en cuenta factores como:
En las recaídas, se deberán tener en cuenta los medicamentos que haya tomado el paciente previamente.
El tratamiento farmacológico utiliza medicamentos de las siguientes familias:
Tratamiento del cáncer con diferentes medicamentos para destruir o controlar el crecimiento de las células cancerosas e impedir su multiplicación.
Bloquean el funcionamiento de los proteasomas, que son complejos celulares que se encargan de degradar las proteínas dañadas o que ya no son necesarias. Con los inhibidores del proteasoma se pretende frenar la división de las células cancerosas.
Actúan para matar las células del mieloma y afectan a otras células de la médula ósea. Regulan algunas funciones del sistema de defensa del cuerpo humano y, por lo tanto, se administran para regular la respuesta inmunológica del paciente.
Grupo de medicamentos que se unen a las proteínas histonas y que provocan la muerte de la célula cancerosa. Las proteínas histonas se encuentran en los cromosomas. Se unen al ADN y ayudan a dar su forma a los cromosomas, además de contribuir a controlar la actividad de los genes.
Los anticuerpos son proteínas que el sistema inmunitario produce para combatir infecciones. Estos medicamentos son versiones artificiales de estos anticuerpos que atacan a las células del mieloma y activan otras células del sistema inmunitario del paciente para que aprendan a reconocer las células tumorales.
Pertenecen a los corticosteroides (esteroides) y son una parte importante del tratamiento del mieloma múltiple. Entre otras funciones, regulan la respuesta del sistema inmunitario y disminuyen la producción, por parte de las células, de sustancias que provocan inflamación. También sirven para reducir y controlar las náuseas y vómitos que la quimioterapia puede causar.
La medicación de soporte no está destinada a combatir el cáncer, pero resulta fundamental para controlar síntomas provocados por la enfermedad y prevenir posibles complicaciones relacionadas con el cáncer.
Se trata de fármacos que sirven, por ejemplo, para reducir el dolor o para tratar de fortalecer el organismo.
En el caso del mieloma múltiple, los principales fármacos de soporte son:
A pesar de que estos medicamentos mejoran considerablemente la calidad de vida de las personas con mieloma múltiple al controlar la enfermedad, el paciente también podría sufrir efectos secundarios de los tratamientos.
Los efectos adversos dependerán de la medicación y de cada paciente. Algunos medicamentos se toleran mejor que otros. Algunos de los efectos secundarios más comunes pueden ser: diarrea, neuropatía periférica, debilidad, fatiga, aparición de infecciones o ganancia de peso, entre otros.
Sin embargo, los efectos secundarios de los tratamientos del mieloma múltiple son bien conocidos, por lo que se pueden intentar mejorar o controlar cuando aparecen. En caso de sufrir algún síntoma derivado de la toma de los medicamentos, el paciente deberá indicarlo a su médico para intentar controlarlos.
El trasplante de células madre es otro tratamiento disponible para el mieloma múltiple. Con él se pretenden eliminar las células cancerosas (es decir, todas esas células plasmáticas anormales que se encuentran en la médula ósea), y sustituirlas por células madre sanas. 7
En algunos pacientes recién diagnosticados con mieloma múltiple, uno de los tratamientos recomendados consiste en combinar altas dosis de quimioterapia con el trasplante de células madre. Al ser un tratamiento agresivo, no siempre se puede realizar, ya que depende del estado funcional del paciente y, por lo general, se suele reservar para personas más jóvenes (menores de 70 años, habitualmente). 8
Este trasplante puede ser autólogo (el paciente es el propio donante, y es el más utilizado en el mieloma múltiple) o alogénico (el donante es otra persona cuyas células son compatibles).
La radioterapia se puede utilizar como parte del tratamiento del mieloma múltiple en algunas situaciones derivadas del mismo, como la aparición de plasmocitomas, la compresión medular o el dolor óseo. 9
Se están estudiando nuevos enfoques de tratamiento en ensayos clínicos que son prometedores en lo relativo a aumentar la tasa de remisiones y encontrar una cura para el mieloma múltiple.
También se investigan nuevas opciones para tratar el mieloma en casos de recaída y de resistencia al tratamiento previo.