No solo es importante conocer nuestro cuerpo y necesidades y saber qué comer. También lo es saber cómo hacerlo mejor.
Todas las técnicas culinarias son válidas, aunque es recomendable usar con más frecuencia la cocción al vapor, al agua (hervido o escalfado), al horno o microondas, a la plancha y en papillote.
Es conveniente usar moderadamente otras como frituras, rebozados, empanados, estofados, guisos y rehogados.
En cuanto a los condimentos, se deben utilizar los suaves y aromáticos, evitando los picantes, los muy ácidos y los agrios.
Se debe moderar el consumo de sal o no utilizarla si existe alguna patología que así́ lo requiera. Una forma de disminuir la cantidad de sal es utilizando especias, hierbas y zumo de limón.
En cuanto a los edulcorantes, se puede usar el azúcar con moderación, evitando los refinados si es posible. Puede utilizarse como una forma saludable de azúcar la miel.