La insuficiencia renal es típica en pacientes de edad avanzada, e incrementa su riesgo conforme avanza la edad, sobre todo en personas con mal control de la presión arterial, obesas y con una alimentación inadecuada.
Una dieta adecuada para insuficiencia renal es baja en sodio, fósforo y proteínas. En algunos pacientes puede ser también necesario limitar la cantidad de potasio y calcio. El sodio es un mineral que se encuentra en la mayoría de las comidas naturales. Contribuye a funciones como regular la presión arterial, el funcionamiento muscular y el balance hídrico.
El sodio es el principal componente de la sal. Retiene el agua y líquidos en el cuerpo, por lo que demasiado sodio puede ser dañino para las personas con enfermedad renal, ya que sus riñones no pueden eliminar adecuadamente el exceso de sodio y por tanto el líquido del cuerpo. Esto puede conllevar presión arterial elevada, aumento de la sed, retención de líquidos, dificultades respiratorias y fallo cardíaco.